Como siempre disfrutamos de su clubhouse, buena música, mejor cerveza y unas pochas con codorniz que están de miedo.
Mención especial el pedazo de almuerzo a base de ibéricos y queso que trajo Joaquín (¡¡gracias bro!!).
Muy buen ambiente biker, reencuentro con viejos conocidos y risas sin parar con un clima de lujo, ¿que más se puede pedir?
Fotos cortesía de Alberto Arelizalde, Dayanna y Tío Pepe: resto de fotos